Hoy mi mente divaga en el éter,
mis ideas, como bucles,
revolotean sobre mi cabeza,
oxidándose con el paso del tiempo.
Si escribo y tu no me lees,
¿a donde van mis verbos?,
¿dónde quedan ensartados
esos sentimientos
que rezuma mi piel?
Alambradas a la intemperie
esperan tus manos,
ansían que tus ojos
se posen en ellas
liberando besos de labios vacíos.
-marian tarazona-