Mármol y lavandas
entrelazados en tus manos.
Alianza florecida entre risas,
las tuyas, las mías...
Y, mientras el tiempo corría,
su aroma se iba instalando
en tus labios, en los míos...
-marian tarazona-
hacia bóvedas
celestes,
verdes, ocres,
sueños irisados.
Y el rey brinda la
sombra
marcando horas en el
ocaso
cual reloj de sol.
cercanas ya las últimas
horas,
que fue de tu vida.
Déjame mirar
cada centímetro de tu
corteza,
ver cada momento.
Déjame saber de ti,
de tu comunión con la
naturaleza,
de cuando fuiste casa
y alimento,
de cuando fuiste sombra
y nido.
Cuéntame.