De nuevo los ruidos
del silencio
de mi estancia estallan,
dejando aberturas
por donde colarse
las burbujas
por donde colarse
las burbujas
de sus ojos chispeantes,
sus canciones,
su taconeo por la casa...
En esta última hora
sólo me acompaña
la lectura,
una luz tenue,
una luz tenue,
su recuerdo,
y la certeza de que,
en breve,
en breve,
su espíritu
inundará de nuevo
inundará de nuevo
la atmósfera con sus risas...
-marian tarazona-