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lunes, 16 de marzo de 2020

133.Todo volverá a la calma


La mañana llora,
como un niño confinado 
que no puede salir 
a corretear al parque.
Lo mismo que un anciano 
aparcado en una  residencia,
o como los amantes 
condenados a no verse.
La mañana llora a la espera,
 que viene de esperanza,
de que el río desbordado 
vuelva a su cauce,
De volver a una cotidianidad
que muchas veces nos agobia,
pero que, cuando caemos 
en un caos incontrolable, 
nos hace comprender 
que nuestro día a día, 
con sus aciertos y sus errores, 
es lo mejor que tenemos.

-marian tarazona-